martes, 24 de febrero de 2015

EL GORILISMO O ANTIPERONISMO; UN FUNDAMENTALISMO ARGENTINO.-








                                   Mucho tiene que ver esta fobia, esta anatematización en contra del peronismo, históricamente sostenida por nuestra burguesía nacional, por nuestra oligarquía vernácula, que Jorge Abelardo Ramos caracterizara como "terrateniente, parasitaria y rentística" y Domingo Faustino Sarmiento como "civilización", con nuestra postergación como sociedad y como pueblo. Hoy habría que agregar a los monopolios hegemónicos multimediáticos que defienden a las corporaciones nacionales y multinacionales del poder y del dinero, que son sus avisadores y dadores de publicidad, como formando parte de estas clases privilegiadas y prebendarias que disfrutan del mas alto porcentaje del ingreso nacional.- En suma, el gorilaje.
                                         Se las llamó "gorilas" cuando quebró el peronismo, mas o menos a partir de 1955 en adelante. Y estos gorilas tuvieron descendencia no solamente genética sino también clasista. Los prejuicios de rechazo al negro, al descamisado, al grasita, al trabajador procedente del interior que se agremiaba o sindicalizaba a la luz y el impulso de los primeros decretos que sancionara y promulgara el nuevo Secretario de Trabajo y Previsión del Gobierno de Edelmiro J. Farrell, Coronél Juan Domingo Perón, se trasladaron a la clase media argentina: al empleado de banco o de comercio categorizado, a los profesionales médicos, abogados, ingenieros, a las maestras y los profesores, a los pequeños y medianos comerciantes y sus familias y terminaron por configurar una idiosincracia impermeable, sorda y ciega, en la gran mayoría de ellos, al reconocimiento palpable y consciente de los beneficios y ventajas de las conquistas sociales que reinvindicaron y satisficieron las profundas y elementales necesidades de la inmensa masa de trabajadores, parias y marginados, que como los indios en montoneras y los gauchos y antes los esclavos negros, zambos, mulatos y mestizos, venían sufriendo su exclusión; estos últimos explotados por las mitas, los yanaconazgos y las encomiendas desde el origen mismo de la conquista y el coloniaje, o sea desde finales del siglo XV y el siglo XVI en adelante.
                                           Ese reconocimiento que debió haber avispado o avivado a nuestra clase media haciéndole ver que "mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar", frase recurrente en los discursos de Perón ,que el líder había sacado de sus lecturas de las "Vidas paralelas" de Plutarco y que en los estamentos más altos de nuestra burguesía, quienes por los años 20 y 30 del siglo pasado formaban parte de los cenáculos de Victoria Ocampo, tuvo muchísimo que ver en significación y sentido con otra que se le escuchó a José Ortega y Gasett, el filósofo español que visitó nuestro país invitado por la directora de "Sur", cuando dijo "Argentinos, a las cosas".-
                                             Porque nuestra burguesía acomodada, su intelectualidad, viajaba asiduamente a París hasta con vaca y todo para tirar manteca al techo.- Nuestra política extranjerizante y entreguista - la del Pacto Roca - Runciman de 1933 - se ufanaba a través de su dirigencia, surgida del mal llamado "fraude patriótico" en la bien denominada "década infame", de ser una estrella más del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, del British Conmonwealth of Nations, es decir, junto a Canadá y Australia, los titulares de entonces de nuestro Gobierno estaban orgullosos de considerarse europeos y particularmente británicos.
                                         La expresión "gorila", "gorilaje", como sinónimo de antiperonista surge como algo frívolo, de un divertimento, un programa radial porteño de humor de aquélla época, año 1955, llamado "La revista dislocada" para referirse a quienes mantenían reuniones secretas y conspiraban contra el gobierno de Perón.- Lo inventan los que quieren reírse de la gravedad y el peligro de un momento histórico del que no quieren participar tomando partido, responsabilizándose. Tiene mucho que ver con los advenedizos.- El ser advenedizo es un rasgo típico del argentino medio, se emparenta con su desarraigo, su amor por lo europeo y lo estadounidense; un cholulismo al uso y un "después de mi el diluvio" o el famoso "no te metás".
                                                    Se trata así, en el caso del gorilismo o antiperonismo, de un fundamentalismo edificado sobre la arena movediza de una subjetividad veleidosa, inmadura y constantemente reacia al compromiso que a lo que no renuncia nunca es a su labilidad. El espíritu contreras de una clase media huidiza, miedosa, pusilánime, que vive mirando, además, hacia los estamentos más altos del dinero y el poder para mimetizarse con sus representantes, para sentirse distinta y distinguida, para dejar de ser lo que es y ser otra cosa. El mozo que es mal mozo porque eso no es lo de él, o el chofer, o el dependiente, que reniegan asimismo de cumplir cabalmente sus quehaceres porque están mirando más allá de ellos.
                                                   Lamentablemente ese intento de mirar más allá es en realidad una simulación para no ir más allá, para quedarse donde están y no trasponer jamás sus limitaciones. Se sienten más cómodos si nada se mueve, si nada se transforma. Quienes gozan de una vida fácil, o por lo menos de abundancia, tienen razón para ser conservadores porque tienen qué perder y por eso se oponen a las transformaciones o cambios sociales que los obligan a resignar algo de lo que tienen. Los que, en cambio, sin padecer necesidades extremas deben hacer equilibrios para sobrevivir - la clase media -, son esclavos de ese fundamentalismo antiperonista, antipopulista, cuyos cimientos, como arenas movedizas, son los prejuicios insuflados por la clase alta, su ser advenedizos, volubles, pusilánimes e irresolutos.-

Amilcar Luis Blanco

3 comentarios:


  1. Soy gorila y a mucha honra, jeje, porque si fuese argentina moriría de vergüenza si militase en un partido de izquierda que compartiera líder con la derecha, y eso es el peronismo, una extraña mezcla de idearios que tiene por líder a un fascista al que adora la izquierda. Ver para creer... A ver quiénes son realmente fundamentalistas, +Amílcar Luis Blanco , porque yo veo que los fundamentalistas son los peronistas, que idolatran a una figura que realmente trajo una década de prosperidad al país, y más de medio siglo de miseria.

    Me decepciona realmente que gente tan preparada e inteligente como es el pueblo argentino, sigan creyendo las pavadas engendradas por el fascio personalista de este dirigente tan poco íntegro.
    Perón es de la misma catadura moral que Hitler, Mussolini, Franco o Stalin, ni más, ni menos.

    Y no olvides que primates lo somos todos, no os salváis de la quema los adoradores de Evita-Cristina Kirchner.
    Cuánta inmadurez delatan estos textos tuyos, Amílcar, y cuánta demagogia también.

    Salud, como decimos los que verdaderamente somos de IZQUIERDAS.

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  2. Bueno, si sos gorila sos de derecha o funcional a la derecha, vale decir a la más rancia estirpe del neoliberalismo capitalista, hoy, además, financiero, especulativo y usurario.
    Me decepciona también a mí que gente preparada e inteligente como tú desconozca tan profundamente lo que significó Perón en la Argentina. Hitler, Mussolini, Franco y Stalin fueron genocidas, Perón no lo fue.- La mal llamada revolución libertadora, a la que muchos que pensamos como yo llamamos "fusiladora" y los altos oficiales Videla, Massera y Agosti fueron genocidas como Hitler, Mussolini, Franco y Stalin. Estos son hechos históricos probados.
    Los que somos partidarios de gobiernos que atiendan las necesidades de la inmensa mayoría de la población, llamennos peronistas, kirchneristas o cómo gusteis no somos fundamentalistas, matizamos, razonamos, comprendemos.
    Ustedes que se dicen marxistas, socialistas, maoistas, pero no en Rusia ni en China, son en realidad utopistas que son siempre funcionales a las derechas. Nunca han transformado, cambiado, tocado una sola estructura neoliberal, son conservadores. Consultá las realizaciones del peronismo en la Argentina y te vas a dar cuenta que fue reformista y en algunos casos llegó a modificar estructuras económicas y políticas hacia una Democracia Social. Leé la Constitución de 1949 de Argentina, a ver que tal!!
    Salud para ti y vermouth con papas fritas, si te gustan, izquierdooossssa!!!

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  3. La izquierda habla de la demagogia del populismo democrático cuando las realizaciones de gobiernos que llevan adelante y a la práctica proyectos políticos que mejoran la suerte de las masas en todo sentido, social, económica y culturalmente. La motejan despectívamente como "pan y circo". Cuando lo hacen olvidan que las vidas de los seres humanos sobre el planeta son cortas y que sus posibilidades suelen quedar truncas. Un decurso vital se extingue en un abrir y cerrar de ojos. La satisfacción de las necesidades de los pobres, de los indigentes, de los que "viven por sus manos" debe darse ahora, ya, en un presente cuyo futuro es también presente. El futuro no puede ser una mera abstracción utópica, siempre utópica. El populismo democrático se resuelve en la acción, en los hechos. Perón decía que la conducción política es un arte simple, todo de ejecución. Y estimo que no se equivocaba. Las necesidades humanas más elementales son siempre impostergables, no pueden esperar. No se trata de demagogia. No se trata de divagar aristotélicamente sobre conceptos e ideas para construír una filosofía que juzgue las formas políticas y después calificarlas moralmente. La moral y la ética no están puestas como principios a priori del entendimiento, como el tiempo y el espacio para Kant, no, se trata de conductas, comportamientos, prácticas, de lo que los seres humanos hacemos por nosotros y por los otros concretamente, materialmente. Cuando Karl Marx critica al liberalismo capitalista y se refiere a la plusvalía no ensaya únicamente una crítica filosófica destinada a lo ideal, a lo eidético, no, apunta a la praxis, abomina de que esa parte de trabajo no remunerado al trabajador beneficie exclusivamente al capitalista que lo explota, propone también un curso de acción y por eso también escribe junto a Engels el "Manifiesto comunista" y exhorta "Trabajadores del mundo uníos . . . "
    Así que esa aristotélica demagogia que se me achaca es un concepto que proviene de un liberalismo muy rancio, con olor a pis y, ese sí, muy decimonónico y hasta dieciochesco.

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