domingo, 3 de agosto de 2014

UN "DEFAULT" VIRTUAL NO TENDRÁ EFECTOS APOCALÍPTICOS








                                                              Y no los tendrá por eso, porque es virtual, por que ha sido amañado entre los llamados "Credit Default Swap", seguros contra riesgo de default, y los propios fondos buitres que forman parte de ellos, pero, en la realidad el default no ocurrió, no existió porque la Argentina pagó en tiempo y forma a los bonistas del canje, únicos ante quienes comprometió su responsabilidad patrimonial y únicos dueños legítimos de la deuda legitimamente constituida valga la redundancia.

                                                                 Esto quiere decir que los tenedores de bonos de deuda argentina no se desprenderán de ellos haciendo que sus cotizaciones bajen en los mercados porque hasta ahora vienen cobrando y seguirán percibiendo el capital y los intereses en tiempo y forma. Tampoco habrá por ello corridas bancarias de ningún tipo ya que los bancos mantendrán la indemnidad de sus activos. Al no haberlas los bancos seguirán normalmente con la gestión de sus préstamos y cobrándoles a sus deudores tasas compatibles con la realización constante y sostenida de sus pasivos. Con lo cual las empresas industriales y comerciales que dependen del financiamiento crediticio de los bancos para viabilizar sus producciones y comercializaciones tampoco se verán afectados.

                                                              No habrá caídas ni en la producción ni en el consumo como quieren hacernos creer los que profetizan el advenimiento de las siete plagas de Egipto porque las aves de rapiña no han sido saciadas. Y no sólo no habrá caídas. El PBI crecerá a tasas compatibles con el desarrollo real de nuestra economía en cuyo seno ya se vislumbra que el comercio con China nos llevará a dar y recibir yuanes (Moneda china) como valor de cambio corriente en nuestras transacciones internas y externas. Ello acrecenterá la disponibilidad de divisas de otro origen que el dolar. La moneda estadounidense pasará gradualmente a competir con otras con parejo poder cancelatorio para exportaciones e importaciones, lo que equivale a decir que las oportunidades de nuestros productores se multiplicarán en forma cualitativa y cuantitativa.

                                                                  El sistema financiero no tendrá ya tan sólo posiciones en dólares, las tendrá en yuanes y yenes tanto como ya la va teniendo en euros o francos suizos o libras. Es presumible también que el signo monetario ruso a raíz del intercambio en materia nuclear con fines pacíficos se propague y acepte como moneda de uso en las operaciones internacionales.

                                                                           En resumen no hubo ni hay ni habrá default real y, por lo tanto, la sentencia del juez Griesa quedará en la historia como una anécdota sobre la perversidad moral de la avaricia, tal como en la tragedia de Shakespeare la fallida intentona de Shylock.-

Amílcar Luis Blanco

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