viernes, 30 de agosto de 2013

MAURICIO MACRI, EL CALÍGULA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA








"La Legislatura porteña aprobó ayer una ley del macrismo que faculta a la Agencia Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) a denunciar a contribuyentes que fueran considerados como evasores fiscales o tributarios ante la justicia penal y así constituir una causa que podría incluir la pena de prisión."
Esta es una noticia del día ubicable en la red. 
Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, envió al parlamento estadual, la referida ley para sancionar con penas privativas de libertad a los deudores de tasas que no cumplan con sus obligaciones hacia el erario público.
La iniciativa del principal responsable ejecutivo de nuestro distrito federal me trajo a la memoria un pasaje de la obra de Albert Camus, "Calígula", además de la obvia e inescapable evocación de épocas que precedieron al medioevo y a la vigencia del Derecho Romano anterior a la República en la que los acreedores tenían el derecho de vida y muerte sobre su deudor, podían despedazarlo y arrojarlo en trozos al río Tiber, lo que más llama la atención del conductor del PRO es su falta de percepción de los problemas económicos de la gente no rica. El pasaje:
"Quereas.--(Sin inmutarse) ¿Conocéis la frase favorita de Calígula? ... "Después de una ejecución, bosteza y dice con seriedad: "Lo que más admiro es mi insensibilidad" ".- (Acto IV, Escena IV).-
Es increíble que se pueda propiciar en el siglo XXI, más problemático y febril todavía que el XX, la prisión por deudas, en un contexto en el que el Gobierno Nacional, con Cristina Fernández de Kirchner,  trata de solucionar los problemas de la gente mediante la inclusión social y la equidad en la distribución de la riqueza, es de difícil comprensión que exista un responsable ejecutivo de la administración poseído por caprichos antojadizos, veleidosos, desubicados, procesado por escuchas ilegales, que pretenda meter en prisión a la gente por pobreza.
En la lógica, indudablemente alterada desde el punto de vista psíquico, de este líder de derecha los problemas de escasez de medios económicos que determina que alguien no pueda pagar sus deudas se solucionarían encarcelándolo. Tendríamos así las cárceles repletas de hombres y mujeres privados de su libertad por deudas que, obviamente, reincidirían o, tal vez, saldrían a robar para recaer nuevamente en las mazmorras del sistema ideado por Macri ¿ No hace pensar este hombre en ese Calígula, loco de remate?
¿Acaso no se trata del mismo personaje que a la gente en situación de calle que pululaba por las plazas, parques y sitios públicos de la ciudad la echaba a palos con un organismo tristemente célebre que había creado, el mismo que dotó a la policía de la ciudad de pistolas que descargan electricidad sobre quienes son alcanzados por sus rayos, los paralizan y aún pueden provocarles paros cardíacos, el mismo que espiaba clandestinamente a los ciudadanos mediante escuchas telefónicas, el mismo que, asociado a Durán Barba, para derrotar a su oponente Daniel Filmus, llamaba a los votantes contándoles una mentida historia sobre el padre de éste último? 
Las analogías con aquél personaje tiránico y megalómano deberían hacer pensar a quienes encumbran con su voto a los candidatos de su entorno y a él mismo, hacerlos considerar si no actúan un poco como aquel aterrado patriciado romano que rodeaba a Calígula, porque asentir lo que hacía, seguirle la corriente, era la cómoda actitud de evitar el compromiso consigo mismos y con el destino de sus vidas y hasta la de sus descendientes.

Amílcar Luis Blanco  (Fotografía de Malcolm McDowall personificando a Calígula en la película de Tinto Brass)



martes, 20 de agosto de 2013

NELSON CASTRO Y EL SINDROME DE LA HIBRIDEZ.-



El columnista televisivo médico Nelson Castro padece el Sindrome de la Hibridez y quienes accidental o habitualmente lo vemos y escuchamos estamos muy preocupados. Mucho más que por el que él dice que preocupa a los médicos de la presidenta y que ha dado en llamar Sindrome de Hubris ¿Por qué? Bueno, porque el del columnista médico afecta el buen sentido o el sentido común ya que un híbrido es alguien indefinido, infecundo o estéril según la semántica griega. Es decir, aquel que deriva de dos opuestos, como la mula del caballo y la burra o de la yegua y el asno, sin posibilidad de reproducirse y que no tiene una posición tomada propia y por consiguiente no contribuye a producir conclusiones en los demás, en quienes somos sus oyentes pasivos; no echa luz, sentido o significado en ningún discurso, en nada de lo que dice, o, peor aún, envenena y emponzoña de tal modo y con tanta penetración todo lo que sale de su boca que sólo produce en quien lo escucha el fruto del sinsentido, me refiero a las conclusiones absurdas que llevan a la infecundidad o la esterilidad del juicio, al ser sin consecuencia de ser, en el que la mixtura, el mestizaje o la mistificación lo deja sin progenie.
De un columnista político se pretende y espera claridad, que ordene y otorgue sentido a los hechos al interpretarlos, que arroje luz sobre lo que ocurre para ayudar a entenderlo y razonarlo en vistas a una finalidad, a estar en condiciones de orientar a partir de un corolario, epílogo o conclusión valederos, nuestras conductas o comportamientos como ciudadanos, ya que él habla de política. Se dirige siempre, habitualmente, a la Señora Presidenta y le da consejos y recomendaciones. Cabría preguntarse si, además del sindrome de la hibridez no padece el sindrome de la megalomanía, de la importancia y la grandilocuencia, ya que en sus discursos, la humildad, la contención, el decoro, parecen brillar por su ausencia.
Además Nelson Castro suele quejarse, lo ha hecho en varias oportunidades, de sentir miedo, de sentir que su libertad para expresarse y decir lo que piensa está cercenada. En realidad parece ser que su miedo sería el de que quienes no piensen como él y dirijan su atención hacia su discurso mediático puedan desnudarlo, desvestirlo de sus imposturas, de los disfraces y máscaras que utiliza para ocultar esa hibridez que esteriliza y nulifica sus comentarios ¿Será porque estos comentarios le son sugeridos por otros y el miedo provenga de que esos otros puedan dejarlo sin trabajo? No lo se. Y ya que la hibridez proviene del entrecruzamiento de dos diferentes especies, ¿podría considerarse acaso que sea el resultado del maridaje entre los titulares de los monopolios mediáticos y los periodistas desorientados o necesitados?
Alguna vez nuestra Presidenta dijo, seguramente refiriéndose a Elisa Carrió aunque sin nombrarla, que hay quienes están enfermos de importancia. Particularmente creo que quienes padecen el sindrome de la hibridez desarrollan paralelamente, para encubrirlo, este complejo de importancia que asume variadas personificaciones y perfiles, multitud de disfraces y máscaras y cuyo único fin es disimular la verdad engastándola en la mentira, no para que la verdad luzca sino más bien para opacarla y eclipsarla.
Así, la agudeza e inteligencia de nuestra Presidenta, una estadista de fuste, con intensa luz propia, que ha sido y es madre y esposa de hijos militantes y leales y de un hombre brillante y jugado como fue Néstor Kirchner, es envuelta en el halo de una supuesta patología, para encubrir y ocultar la potencia fecunda y transformadora de su genio político.-
Pienso que la mayoría de las veces los sindromes que suelen afectar a ciertos columnistas políticos de quienes Nelson Castro sólo sería un ejemplo, son los del camaleón o de la hipocresía, que los disfraza, los viste o enmascara, con sus obvios consentimientos, para hacerlos pasar inadvertidos en un universo mediático que tiene muy pocos dueños y que esos dueños son como los predadores más peligrosos en el hábitat humano que es la comunidad política y que, si los vieran distintos, con identidades propias, los devorarían invisibilizándolos o tornándolos inaudibles.


Amílcar Luis Blanco.